domingo, 15 de marzo de 2009


Aspira una bocanada de humo y siente cómo es inútil buscar el sueño cuando no se presenta apaciblemente.Esto del insomnio es una cosa fácil de llevar comparado con otras postales terribles de su historia.Entre cigarro y lecturas varias,va deshilvanando esas ideas torpes y circulares que la atormentan: los chicos, el trabajo,el sexo muerto de su matrimonio,su casamiento con ideologías ajenas, su cinismo, su sordera mental.Así sangra silenciosamente ovejas mientras las ve, burlonas, surcando un campo verde lejano que tiene una ridícula paz,oxímoron de su vida.
Las odia.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

hola mi vida
soy rodi

como siempre escribiendo pequeñas historias de mujeres que llevan su vida a pesar de...

la verdad escribes muy bien y no miento... me encanta descubrir con tus escritos nuevas palabras y tambien formas para expresar una idea, por eso tienes mi admiracion

voy a leer mas

sencillamente gracias
te amo

nohaynombre dijo...

Prendí un pucho, a veces el humo transporta hacia la imagen cálida, esa que se ha pintado de paces aparentes y olores a jazmin, pero son décimas de segundo al lado de vivir el infierno en las ruinas de ese sueño verde.
Pienso que a veces reflejar entre el humo y páginas de vida ajena un prejuicio que corte esa conciencia de tabaco y encierro.

nohaynombre dijo...

... mata los sueños y la posibilidad de ser el umbral de lo que soñamos,

(Blogger me ha robado la última frase del anterior comentario)

Secta dijo...

Que dolor que hay en ese odio, que viaje extraño hace el humo en sus dedos, que sentimientos de mierda... igual es hermoso, muy bueno...

Amaru dijo...

Me sorprendiste. El texto es devorador a ratos. Me gustó mucho, seguro me doy otras vueltas por aquí.

Saludos

Beatriz dijo...

"...Conciencia de tabaco y encierro...",dice Maxy. Me gusto mucho tu texto. Lograste transmitir el resentimiento,la rabia, y la rebeldia e impotencia juntas.
Saluditos
Bea

Unknown dijo...

Una paz crispada una no paz que se ha pactado, se me ocurre, consigo mismo. Y esas ovejas tampoco tienen paz: son verdugos de las horas.

Un abrazo!