sábado, 19 de abril de 2008

PLAGIO DE MÍ


Siempre estuvimos,una contrapartida de la otra, al revés en los reveses, en las noches sin horas, en las deshoras sin distancia.

Apareciste un día en que el dolor te parió y nos hicimos amigas, compañeras, caras de un mismo ángel que se desdoblaba, se vestía, se ponía circunstancias, collares varios e inútiles.

La complejidad nos vino siempre como anillo al dedo (plug, enchufe, zapatilla, cordón umbilical malcortado ganas dequemeacunenaunqueseagrande)

Como siempre y a pesar de los clichés demográficos elegimos plazas (el otro día descubrí otra, prometo llevarte, lo prometo).En cuanto la vimos te saltaron los ojos, estuviste horas como ida pensando tal vez en por qué nunca nos percatamos de esa verde existencia en un lugar tan cercano (por qué lo cercano no siempre es lo más obvio?).No sé, perdoname, ando tan obsesiva conmigo de afuera que a veces me olvido, la rutina nos ha cegado, nos hemos olvidado de regar( se recíproco?).

(Aprieto el botón de la sonrisa, en una esquina unas ganas de meter los dedos en el enchufe, en otro lado Herman Hesse me mira, solitario, ensimismado, cansado de ser lobo).

Miro lacónicamente mi espacio y pienso otra vez que no dispongo de la totalidad de cuchillos indispensable para curar esta disartria, habrá que abocarnos a mi exoesqueleto con terapias eufemísticas; ta guele pepper, que le vamos a hacer, nacimos humanos, de tendones y salivas y mocos esparcidos cuando no nos gusta algo (aj que asco he dicho moco, en fin que palabra menos paqueta, más moco, mas disgusto, círculo antielegante)

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