Amo la soledad de las flores de invierno,
esa fría inmutabilidad sin cobijo
La atrocidad bilingüe de campana
de dos voces en una sola sombra.
Mi soledad acompañada...
Los dedos de cristal en mi mente eco
que corrompe las convenciones,
eco que estira las horas desvaídas
las circulares masacres ideológicas de rutina.
Soledad, murmullo arbóreo,
verde y ancestral mueca sustraída.
Volver a la placenta complaciente,
a mis meses de soledad tibia.
NIL 10/VII/2006
(recuerdos de letras)
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