domingo, 25 de mayo de 2008

Domingo de conciencia





Mira_da azul

Di_ver_gente. Sin contacto con el cielo, castaño como el mar de las montañas.
Su seno será amargo. Cúpulas blancas excavan un paladar cianótico. Garganta erosionada, violentado su cierre de_moliente, ajada para la temporada. Ya no funciona con el fermento del azúcar ni con su propia inmadurez; reverdece caduca, según el ciclo de la envidia y la ambición. Así las sinapsis sobreviven al sofoco del hastío en un medio desolado. Se adaptan. Las adopta un sinnúmero de público. A esta fauna le duele el acoso de la soledad. Demasiado libre para pensarse utopía, se zambulle en un espejismo de almíbar. Florecerá un silogismo asfixiado en la aflicción, un racionamiento del sentido y un sentimiento de la razón, como es_pera en el c_olmo del liberalismo, una ideo_logía libertaria.
NoAlcanza amor_daza
VERDADES
Trato de evocar el verde otra vez, y no lo alcanzo.
Me he sumido en el desierto.Calma.Que no se sepa.
Que no se enteren de mi destierro.
Podré volver a navegar en la distancia?
Universo

r
e
c
o
s
t
a
d
o


VIoletas desarmónicos, disonantes.
Tengo tanto.
Renacentista, dislocados pensamientos gordos y nutridos.
El summun cum laudem.
Falso.























martes, 20 de mayo de 2008

POESIA, UTOPÍA QUE ESPERANZA




“Pero ahí esta la poesia:
de pie contra la muerte”
(Juan Gelman)

Poesia,utopìa que esperanza:

¿Cómo hablar de poesía sin incitar a soñar?
¿Cómo hablar de la sonrisa inteligente, del desacreditado mundo de los niños, de la profunda belleza, del triste deambular del egoísmo, de la forma caprichosa de las nubes, de la insospechada cara de la muerte, del incomprensible latido de los genios, del misterio de las sombras, del inexplicable brillo de los ojos, de la dulce dureza de la vida, de los desconocidos lectores, sin soñar uno mismo?
¿No será la pabra poética el sueño de otro sueño?
¿Qué significa la poesía dentro de las manifestaciones culturales humanas?
Puede ser un juego o una diversión, un modo de fijar la historia, una indagación en el conocimiento(melancólico depósito del hombre), canto de éxtasis religioso, dadora de los sueños o deseos secretos, o bien su furia y su protesta (una revelacion que se rebela) inocente o sarcástica…
Octavio paz,poeta mejicano, en su libro "El arco y la Lira" abre los interrogantes de manera ìntima:"Desde que empecé a escribir poemas me pregunté si de veras valía la pena hacerlo: ¿no sería mejor transformar la vida en poesía que hacer
poesía con la vida?; y la poesía ¿no puede tener como objeto propio, más que la creación de
poemas, la de instantes poéticos? ¿Será posible una comunión universal en la poesía?"Màs tarde en su mismo libro comienza a dar lucidez acerca de lo que es :"La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad
poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía
revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito."
Lo cierto es que la poesía ha acompañado al hombre desde los comienzos del lenguaje, y en nuestros días la significación de la poesía resulta más que nunca, un enigma. ¿Es sólo un juego, un divertimento, una búsqueda de la belleza mediante la palabra y la imagen verbal?¿O es algo más ( y ahí puede constituir un instrumento de lucha , de protesta, un acto de rebeldía, un refugio para la insumisión? Aquí Juan Gelman respondería: “Y los hombres no han logrado aún lo que Medea pedía: curar el infortunio con el canto”.
En donde el lenguaje aquiere posiblidades de conmoción insopeschadas, se conciben mundos en poesía-espejo que los gobierna y trasciende en doble dirección: desde el interior del hombre hacia fuera y luego desde afuera hacia el hombre, llenándolo del dolor del mundo, sus máculas y alegrías.La verdadera poesía, entonces, se compromete, se arriesga, toma posiciones. Si alguna función tu viera la poesía sería , justamente, la de ser un signo de vida, una expresión de vitalidad tal como lo es la respiración del ser humano.
Y aún, aún… “Hay millones de espacios sin nombrar y la poesía trabaja y nombra lo que no tiene nombre todavía…”
¿Entonces al poeta qué le queda como misión? Nada menos que poner en marcha el poder latente de la palabra.





NIL.




miércoles, 14 de mayo de 2008

Réquiem para una lengua extinta



Extraño tu lengua, sí, esa que nos sirvió de paraguas y de puertas fugitivas para los baldes de agua fría que mis padres nos echaban haciendo uso, claro, de su lengua oficial y totalitaria.
Todavía recuerdo sus argumentos áridos, mientras nuestra lengua (la tuya que era mia, mi lengua que era tuya) probaba todas las variantes que puede tener(lengua muda, lengua inquieta, lengua cotorra)en esas tardes cuando cada uno tan distinto del otro, podía bucear en una lengua, en caminos que nos llevaban a esa maravilla(¿milagro?)que fue encontrar unos ojos solidarios, un paisaje común, un idioma nuevo y a la vez(ahora lúcida, lúdica delata mi lengua interior)tan antiguo como es la antropofagia,el comerse todos los actos de magia de tu lengua que también era un puente ideológico e infinito que liberaba.
Ceñíamos, mezquinos, nuestras lenguas que eran mantas en los bancos testigos de plazas cómplices. Así nos sentíamos cercanos, hermanos, amantes. Como en todo idioma, lengua nueva, nadie nos comprendía cuando contábamos que éramos palmas húmedas alimentando la memoria.
Yo andaba como ida, volada. Las convenciones, los signos, ya no convencían (¿convenían?); mi nueva lengua les rehuía espantada y ése justamente fue el argumento inefable que mis padres (analfabetos de magia, ya fosilizados en su lengua) usaron para cambiarme de escuela…
Pasaron casi veinte años. Ahora mi lengua es una lengua solitaria, ha bebido el veneno conformista y la apatía estándar. Como toda mujer adulta (¿madura?, ¿fósil?), declaro públicamente posesión de una lengua indiferente, tranquila, que me desampara. Solo algunos días (casi siempre los salados y ausentes)vuelvo a practicar soliloquios en una lengua extinta y vuelvo a lamer las paredes soñando.


NIL.
(23/IV/2008).
yo sola en la realidad que ignoro, me espero inutilmente
abuso de conciencia?

martes, 6 de mayo de 2008

Homenaje al "bicho" de Cortazar


LA POETA QUE FUE AL FONDO DE TODO:

“Explicar con palabras de este mundo, que partió de mí un barco llevándome”. A. Pizarnik

Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires, el 29 de Abril de 1936, en una familia de inmigrantes de europa oriental. Estudió filosofía y letras en la Universidad de Buenos Aires y, mas tarde, pintura con Juan Batlle Planas. Entre 1960 y 1964, Pizarnik vivió en París donde trabajó para la revista "Cuadernos" y algunas editoriales francesas, publicó poemas y críticas en varios diarios, tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Cesairé, e Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona. Luego de su retorno a Buenos Aires, Pizarnik pub licó tres de sus principales volúmenes, "Los trabajos y las noches", "Extracción de la piedra de locura" y "El infierno musical", así como su trabajo en prosa "La condesa sangrienta". En 1969 recibió una beca Guggenheim, y en 1971 una Fullbright. El 25 de septiembre de 1972, mientras pasaba un fin de semana fuera de la clínica siquiátrica donde estaba internada, Pizarnik murió de una sobredosis intencional de seconal. Sobre el pizarrón de su cuarto de trabajo escribió, la noche en que se fue para siempre: “No quiero ir/ nada más/ que hasta el fondo”.
Hasta el momento de su suicidio, Alejandra Pizarnik (1936-1972) había nombrado la muerte y su vacío de una y mil formas, en su propia lengua, y burlando toda las si
mplificaciones. Se había mirado en ese espejo oscuro como una niña fascinada y perturbada a la vez con su reflejo. Hasta que se sumergió en él, y ella y su imagen fueron la misma cosa: “La noche soy yo y hemos perdido/ así hablo yo, cobardes./ La noche ha caído y ya se ha pensado en todo”. A partir de entonces, de su desaparición física producida por una sobredosis de barbitúricos (cincuenta pastillas de Seconal), poetas y lectores (entre los que se contaron figuras de la t alla de Julio Cortázar, que la apodó cariñosamente “mi bichito”, Olga Orozco, que compiló años después de su muerte junto a Ana Becciú los Textos de sombra y últimos poemas, y Octavio Paz, que prologó una edición de su Arbol de Diana) se interesaron por explorar las claves de su poesía, de esa voz singular e irrepetible que le dieron un lugar en la literatura.

“Necesité olvidarla después de leerla, porque ella puede dejarte los ojos tatuados”, dice en
este contexto Viola Fisher. “Y creo que esto les ocurrió a muchos de mis colegas. Necesitamos olvidarla para no frustrarnos en el intento de imitarla, de querer parecernos. Aunque ella es a la vez la que nos descubre nada menos que una nueva forma de escribir.” Para Mayol, que se reconoce después de años de transitar su poesía “todavía extrañada ante la potencia de ese mundo”, lo que define el universo Pizarnik es precisamente el hecho de que encuentra su espacio “en el mismo límite entre la vida y la muerte, en la voluntad de morir, que sin embargo escribe”. Lo que Batillana califica como “un núcleo irreductible y doloroso, una verdad última. La intención de postularse ella misma como poema, de escribirse con el propio cuerpo”.


MUCHO MÁS ALLÁ

¿ Y si nos vamos anticipando

de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza?


¿Y qué?
¿Y qué me das a mí,
a mí que he perdido mi nombre,

el nombre que me era dulce sustancia

en épocas remotas, cuando yo no era yo
sino una niña engañada por su sangre?

¿A qué , a qué
este deshacerme, este desangrarme,
este desplumarme, este desequilibrarme

si mi realidad retrocede

como empujada por una ametralladora
y de pronto se lanza a correr,
aunque igual la alcanzan,

hasta que cae a mis pies como un ave muerta?

Quisiera hablar de la vida .
Pues esto es la vida,
este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados , este escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,

sólo por ver si se puede decir:

"¿es que yo soy? ¿ verdad que sí ?

¿no es verdad que yo existo
y no soy la pesadilla de una bestia?".


Y con las manos embarradas
golpeamos a las puertas del amor.
Y con la conciencia cubierta
de sucios y hermosos velos,
pedimos por Dios.
Y con las sienes restallantes

de imbécil soberbia
tomamos de la cintura a la vida
y pateamos de soslayo a la muerte.

Pues esto es lo que hacemos.
Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza.